Al abrir la nevera puede verse al pollo descabezado, y a los filetes de ternera sangrientos en un gran charco rojizo. Las cebollas muertas por asfixia en el cajón de las verduras; los pimientos rojos y verdes abiertos en canal muestran todas sus semillas. El cartón de leche y el de nata desprenden mal olor, los han envenenado. Y lo del queso es monstruoso.....
En la alacena las cosas tampoco están mejor. La bolsa del pan no es un lugar seguro y la baguette intentando huir se quedo tiesa. Las infusiones buscando escapar se resguardaron en el bote del cacao muriendo por inhalación de polvo. Las galletas de frutos secos con la tensión y el pánico se arrancaron las avellanas, las pasas y las almendras una por una; ahora yacen esparcidas en la valda inferior.
Las latas de conserva se suicidaron y sus fluidos se vierten al suelo en un hilillo de un color indescriptible. Los paquetes de pastas y el arroz han sido salvajemente acuchillados; ya no podremos hacer nada por ellos, es un amasijo de granos y formas.
Lo de la harina no es mejor, los paquetes rajados de arriba a bajo; es una imangen dantesca.
Solo hay alguien que mantiene todavía una sonrisa burlona. Fuera, tras la ventana de la cocina hay una calabaza sonriente e iluminada que parece decir: -----FELIZ HALLOWEEN----- a todos.
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